Hoy es 29 de junio, una fecha que muy pocos recuerdan ya, bueno, quizá los más fanboys del lugar, pero hace cuatro años, en EE.UU. Apple lanzó el primer iPhone (medio millón vendidos el primer fin de semana).
Lo cierto es que del iPhone ya no se puede decir nada más de lo que no se haya escrito durante estos cuatro años, pero hoy es un cuarto cumpleaños que se debe de celebrar, por todos, por incluso lo que no han tenido un iPhone pero si poseen un smartphone.
Piensa en la situación de los móviles hace tan solo 4 años. Nokia era la empresa mejor valorada en móviles, las operadoras tenían un control total sobre terminales y todo lo que lo reaba, las tiendas de aplicaciones eran puramente presenciales en algunos terminales y no eran para nada algo estándar o simplemente algo que se conociese. Las BlackBerry eran lo más cerca al smartphone que se tenía por aquel entonces y Windows Mobile 6 era la plataforma preferida para muchas empresas que querían tener un smartphone con servicios de Microsoft integrados.
Sale el iPhone. En un solo páis. Para una sola operadora. Se cambió el mercado para siempre.
Pocas veces un producto hace estas cosas, por ejemplo, si queremos buscar algún producto que cambiase tanto un mercado como el de la tecnología, deberíamos irnos a tiempos del Apple II o del lanzamiento de Windows junto al abaratamiento de los PCs.
Apple logró cambiar el mundo de la telefonía con un solo terminal. Las operadoras ya no tienen el control sobre los terminales, bueno, quizá ahora con Android si que han encontrado la forma de contorlar los termianles que ponenen a la venta, pero ya no son las que deciden como debe de ir cierta cosa o, por dios, ya no pueden ni personalizar los menús o los colores de la interfaz sin que las ventas sean malas o se le considere de una gama baja.
Gracias al iPhone empresas como Google entraron a la caza de los smartphones, esta vez de una forma diferente. Si bien Apple controlaba y controla el hardware y el software, Google daría con Android una respuesta para los que buscaban un software y así tan solo centrarse en la creación de hardware. Algo hoy en día es bastante normal, incluso las empresas que antes usaban el mismo método, el de controlar hardware y software ya han dejado de hacerlo, como Nokia que cedió el desarrollo de Symbian a Accenture hace poco tiempo.
Pero la segunda revolución llegaría en el software. Hace cuatro años iOS era, si bien no lo más avanzado que se había visto (por favor, no s epodía copiar y/o pegar), era el sistema operativo móvil más impresionante que se veía. Y de ahí salieron las aplicaciones y las tiendas que las engloban, un nuevo mercado que ahora genera millones de dólares, que ha cambiado la forma en la que nos comunicamos y la forma en la que muchas empresas piensan en el futuro.
Quizá lo más curioso de las aplicaciones en iOS, es que si no fuese por ha escena del jailbreak para poder crear e instalar aplicaciones, que se hizo tan popular durante las primeras versiones de iOS, hubíesemos tardado bastante en ver la App Store.
Solo en cuatro años la que era número uno ya no lo es, las empresas Chinas que se pensaban de forma negativa sobre ellas, ahora están a punto de ser los mayores fabricantes del mundo, una empresa que gestionaba un buscador compró y evolucionó un sistema operativo móvil que hizo crecer fabricantes de móviles, operadoras que se han visto obligadas a meter la marcha forzada en reforzar sus redes, evolucionando rápidamente del GSM/EDGE al HSDPA, al HSPA, HSPA+ y finalmente al LTE o WiMAX en algunas zonas.
Solo en cuatro años, desde que esta industria despertarse. Y lo que nos queda por ver, la caída de los anteriores reyes del hardware y software móvil, la creación de nuevos imperios de empresas que desarrollan videojuegos para móviles o incluso la propia imposición del móvil como videoconsola.
Solo cuatro años, ¿qué veremos en los próximos cuatro?
Si tienes interés, hay una buena infografía en Mashable sobre sus primeros cuatro años.