Google está en vías de enfrentar la mayor investigación anti monopolio en 12 años. Como reveló el día de ayer The Wall Street Journal, la FTC (Comisión Federal de Comercio de los EE. UU.) intentará explorar el dominio de la compañía en la web. Google ya respondió, lo hizo con un artículo titulado “Apoyando la elección, asegurar oportunidad económica”:
En Google siempre nos hemos enfocado en poner primero al usuario. Intentamos proveer respuestas relevantes tan rápido como sea posible […] reconocemos que nuestro exito ha conducido hacia un gran escrutinio. Ayer recibimos una notificación formal de la FTC sobre el inicio de una revisión de nuestro negocio
[…] Respuestas instantáneas. Nuevas fuentes de conocimiento. Herramientas poderosas — todo gratis. En tan sólo 13 años hemos construido un modelo de negocios que ha cambiado la forma encuentra respuestas y ayudado a negocios, grandes y pequeños, a crear empleos y conectar con nuevos clientes.
[…] Usar Google es una opción.
Es cierto, la empresa fundada por Brin y Page lo hace de forma increíble. Sus servicios y aplicaciones han significado millones de horas productivas y también de entretenimiento. Nadie podría estar en contra de Google porque todo lo eclipsa con su excelencia. Sin embargo, hay un Google poco conocido, underground, que corre bajo nuestras narices en cada búsqueda, clic, email, y más que realizamos en su seno. Éste es el Google de los más sofisticados algoritmos de inteligencia artificial que, ocultos y auspiciados por la propiedad intelectual, podrían estar relagando sistemáticamente la participación de otros actores de la web.
Google no puede negar que se ha vuelto un Sol que desequilibra el estado de las cosas: nada más por estar en medio de todos, nada más por acaparar la información que considera relevante para el mundo. Así que si la información, como la gravedad, es una fuerza de atracción, Google es un hoyo negro en acelerada formación.
La investigación es similar a la llevada con Microsoft una década atrás cuando, a pesar de poder evitar la división de su organización, la investigación frenó sin duda su crecimiento como amo absoluto de la computación personal. Como dato curioso, aquí cabe señalar que hace unos meses Microsoft demandó a Google por prácticas monopólicas.
¿Google es un monopolio? Las instancias correspondientes de cada país lo determinarán. Pero, ¿qué hay de nosotros, los usuarios? Si bien elegimos Google por cuenta propia, lo aconsejable es tomar distancia, considerar otras opciones, probar alternativas que enriquezcan nuestra visión de la web y sus posibilidades. Somos los ùnicos responsables de derribar monopolios autoimpuestos.
Fuente
sábado, 25 de junio de 2011
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