Si recordáis, Apple solicitó judicialmente a Samsung muestras de sus próximos teléfonos y tabletas, reclamando flamantes Galaxy S2, Galaxy Tab 8.9, Galaxy Tab 10.1, Infuse 4G y 4G LTE Droid Charge para su análisis. Pretendían atestiguar las acusaciones de plagio que en los últimos meses han tensado (más si cabe) la relación entre ambas compañías.
Samsung no tardaría en dar respuesta a tan flagrante petición, exigiendo la recepción de los próximos iPhone y iPad en una contrademanda del todo esperable:
No obstante, mientras Apple y Samsung se deciden o no a hacer las paces, el proceso sigue su curso. Hemos sabido hace unas horas que la petición de Samsung ha sido derogada, con lo cual sus húmedos sueños por desatornillar un iPhone 5 o iPad 3 quedarán tan sólo en eso, pura ensoñación.
El juez al cargo alega además que Apple tendrá pocas oportunidades de salir victoriosa si Samsung revierte la literalidad de la acusación. Ésta alude únicamente a “productos en circulación” de tal modo que le sería imposible vetar la comercialización de nuevos smartphones y tablets.
Igualmente, Samsung es libre de presumir que, ya que el iPhone 5 y el iPad 3 tendrían apariencias bien distintas a los modelos actuales, Apple no tiene derecho a restringir la venta de próximas Tab o Galaxy por comparación con el diseño de productos ya anticuados como el iPhone 4 o el iPad 2.
En definitiva, Samsung no podrá espiar a su competidor por mandato judicial (previsiblemente Apple tampoco) y el veto estadounidense a los próximos productos de Samsung no tendrá lugar a no ser que el nuevo iPhone mantengan la esencia estética del actual, algo que puede que ocurra si los rumores sobre un iPhone 4S tornan veraces.
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Samsung no tardaría en dar respuesta a tan flagrante petición, exigiendo la recepción de los próximos iPhone y iPad en una contrademanda del todo esperable:
Se solicita un ejemplo de la versión comercial definitiva que presente el próximo iPhone que Apple esté por lanzar, ya se conozca como iPhone 4S o iPhone 5, así que una muestra de la próxima generación iPad.El órgano judicial, que en los últimos días ha manifestado la pesadez que le supone mediar en una cuestión tan poco sólida, ha pedido a ambas partes que intenten llegar a un acuerdo fuera de los tribunales, dejando de malgastar el dinero de los contribuyentes.
No obstante, mientras Apple y Samsung se deciden o no a hacer las paces, el proceso sigue su curso. Hemos sabido hace unas horas que la petición de Samsung ha sido derogada, con lo cual sus húmedos sueños por desatornillar un iPhone 5 o iPad 3 quedarán tan sólo en eso, pura ensoñación.
El juez al cargo alega además que Apple tendrá pocas oportunidades de salir victoriosa si Samsung revierte la literalidad de la acusación. Ésta alude únicamente a “productos en circulación” de tal modo que le sería imposible vetar la comercialización de nuevos smartphones y tablets.
Igualmente, Samsung es libre de presumir que, ya que el iPhone 5 y el iPad 3 tendrían apariencias bien distintas a los modelos actuales, Apple no tiene derecho a restringir la venta de próximas Tab o Galaxy por comparación con el diseño de productos ya anticuados como el iPhone 4 o el iPad 2.
En definitiva, Samsung no podrá espiar a su competidor por mandato judicial (previsiblemente Apple tampoco) y el veto estadounidense a los próximos productos de Samsung no tendrá lugar a no ser que el nuevo iPhone mantengan la esencia estética del actual, algo que puede que ocurra si los rumores sobre un iPhone 4S tornan veraces.
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